Maldito tiempo.
Malditos
días, detestables meses, dichosos años. No lo podemos hacer retroceder, no lo podemos
parar, y mucho menos avanzar. Pero es verdad eso de que el tiempo lo cura todo.
Vale la pena esperar, esperar, esperar y volver a esperar. Con el tiempo
cambian muchas cosas, las esperas se hacen largas y duras, y una vez la cuenta
atrás llega a su fin, experimentaremos la libertad y la satisfacción de tal
sacrificio, tal y como dijo Cervantes: “Confía en el
tiempo, que suele dar dulces salidas a muchas amargas dificultades.”
El tiempo hace renacer a esa
chispa de esperanza que estaba en sus últimos segundos de vida. El tiempo nos
hace renacer a nosotros mismos. Pase por donde pase dejará huella, barriendo malos
recuerdos y plantando nuevas ilusiones.
Hay tantas formas de
medir el tiempo, segundos en los que te sientes feliz, minutos que vuelan sin
apenas darnos cuenta, horas que se te pasan eternas, días con sufrimiento,
meses con esperanza, años de alegría y recuerdos.
Sentirás que poco a poco
te vas superando, te haces fuerte. Los días te hacen fuerte. Día tras día ese
arrepentimiento que te inundaba y te presionaba el pecho hasta no poder respirar
se va diluyendo, y brotes de esperanza van surgiendo de este arrepentimiento.
El tiempo nos hace cambiar la forma de ver las cosas, y en consecuencia, las
cosas cambian de forma.
Todo depende del maldito
tiempo. Pero el tiempo, a su vez, depende de un todo formado por segundos de impotencia,
minutos de resignación, horas de arrepentimiento, días de paciencia, meses de confianza
y años de esperanza.
El tiempo, como todo,
avanzará a medida que uno avance, y llegará un día en el que por fin seamos
libres de las cadenas del tiempo, y las ligaduras del reloj. Diremos basta. Y
sabremos que la espera finalmente habrá llegado a su fin. Nosotros
controlaremos nuestro propio tiempo, giraremos el reloj de arena tantas veces
como nos haga falta, y al fin, viviremos. Porque vivir con tiempo no es vivir,
es estar bajo sus órdenes, es depender de él. Pero el tiempo no decide nuestra
vida, ésta la decidimos nosotros, el tiempo nos hace pensar, reflexionar y
luego decidir. Irónico, pero es el mismo tiempo el que nos enseña a vivir.
Tiempo al tiempo, que el
tiempo lo cura todo: amores, desamores, sufrimientos, dolores, disgustos, hasta
un simple esguince.
Y, quien mejor fiel compañero
en esta espera, que esas personas que te quieren y te entienden, te valoran por
lo que eres, y lo último que quieren es verte sufrir. Sobre todo, esa persona
que piensa como tú. Tu otro yo, siendo tu su propio ella.
Así que deja que el
tiempo y la compañía te agarren de la mano, para evitar que el tiempo se te
escape, tu vueles a contracorriente, y
la compañía te hará avanzar.
Para mi otro moqui-yo, de
su otra moqui-ella. Con un par!
Lau
“El
tiempo es el mejor autor: siempre encuentra un final perfecto.” Charles Chaplin
Deja que te lleve el viento hoy, a ver el mundo entero
que llegues donde quieras hoy, es todo lo que yo quiero,
dale su tiempo al tiempo hoy
porque en el mundo entero
siempre hay un rumbo nuevo donde mirar.
Hoy - Lagarto Amarillo
http://www.youtube.com/watch?v=q5l_uSJr10Y
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