jueves, 20 de octubre de 2011

El que la sigue la consigue


Perdida, sin rumbo. ¿Futuro? Como no sea el de mañana… ¿Metas? Alguna que otra. ¿Sueños? Demasiados. ¿Decisiones? Ni-una-sola. 

Pensar en decidir el futuro cansa, y mucho. Si ni siquiera sé lo que voy a hacer pasado mañana, ¿cómo voy a saber lo que haré el resto de mi vida? Que si carreras, que si universidades, que si cursos, que si másters, que si llego a la nota...
Lo que sí he sabido desde hace mucho es lo que no voy a dejar de hacer: música y escribir. Y quiero ser y hacer alguien relacionado con esto. ¿Es una meta? ¿Una vana ilusión? ¿Un sueño del que despertaré cuando me encuentre de frente con la realidad? Si, puede ser que así sea. Pero ¿y qué? En esta vida hay que tener metas, sueños de futuro, pruebas que afrontar. Y cuando las pasemos, sabremos que de verdad podremos cumplir nuestras metas. Para qué mentir, nuestros planes no saldrán perfectos del todo. Habrán obstáculos, bifurcaciones en nuestro camino que nos harán dudar entre el camino que da más vuelta pero es llano y el que es recto pero lleno de contratiempos. Habrá que buscar alternativas, pequeños objetivos que nos lleven a esa meta tan deseada. No nos podemos dar por vencidos a la primera caída. Ni a la segunda. Ni a la tercera. Esas caídas nos tienen que dar fuerzas para seguir adelante. Es nuestro futuro. 

Si todo saliera perfecto, nuestro camino sería demasiado fácil. Sin riesgo, sin emoción, sin contratiempos, sin
superaciones. 
Así que: sí señor, voy a escribir y a hacer música. ¿El que la sigue la consigue, no?

Lau


"Me gusta estar a un lado del camino, fumando el humo mientras todo pasa. Me gusta abrir los ojos y estar vivo, tenérmelas que ver con la resaca."

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