Un par de zapatos verdes de payaso me explicaron la vida de un salmón de agua dulce que nadaba a contracorriente en la vida y en el amor,
mientras estos verdes zapatos saltaban como saltamontes inquietos. ¿Cómo pueden
encajar un saltamontes y un salmón? Pues porque este saltamontes también va a
contracorriente, y este salmón también salta. Y se convierten en un… ¿saltasalmón?
Es un saltamontes que nunca deja de sonreír, y si
algún día lo hace, igualmente, aunque sea por un instante te sonreirá, te
abrazará, te animará. Sabrás que está ahí, sabrá que estas ahí. Hay días en que
el prado se le queda pequeño, y necesita salir de sus límites marcados. Y lo
hace. Son esos días en que todo el reino animal siente que algo pasa, que algo
falta. Lo que falta es esa alegría propia de un saltamontes en concreto que
contagia su felicidad a medida que va saltando libremente mientras los seres de
su alrededor se unen a sus saltos y a sus risas. Y este apagado saltamontes
pronto acaba descubriendo nuevos extensos prados que explorar.
Y el salmoncín, todo orgulloso de ser un
saltasalmón aprenderá de la sabiduría de los saltamontes afrontándose a los
problemas sin esconderse y aprendiendo de los hechos.
Nunca ha habido ni habrá un saltamontes o mejor, un
saltasalmón igual, que vaya dando brincos por grandes prados, viviendo la vida,
afrontando a la realidad y retando a los problemas hasta vencerlos, siempre calzando
sus inseparables zapatos verdes de payaso.
En un estresante día mi otro yo, siendo yo su otro
ella, me pasó un poema el cual desde hoy, pienso basar en él mi filosofía de
vida. Cuánta razón tienes saltamartins, y por supuesto que Fonollosa también.
LEROY STREET
Dirígete al Oeste, hasta que el Este
sea el Oeste también, fin y principio.
Y entonces ve hacia el Norte, hasta que el Sur
sea el Norte también, fin y principio.
En su confluencia exacta tal vez halles
qué significa el fin y qué el principio.
Pero es mejor que apures tu cerveza
sentado en una mesa con amigos.
Y que otros se alucinen y extravíen
persiguiendo ese fin o ese principio.
sea el Oeste también, fin y principio.
Y entonces ve hacia el Norte, hasta que el Sur
sea el Norte también, fin y principio.
En su confluencia exacta tal vez halles
qué significa el fin y qué el principio.
Pero es mejor que apures tu cerveza
sentado en una mesa con amigos.
Y que otros se alucinen y extravíen
persiguiendo ese fin o ese principio.
José
María Fonollosa
Salmoncín